El forro de teka de Birmania del casco del Islander se construyó con madera secada durante ocho años, las cuadernas de roble y la cubierta de teka dan una idea de la robustez de este barco, construido por uno de los mejores astilleros de Escocia y diseñado por uno de los mejores bufetes de arquitectos navales de la misma región. Curiosamente, su primer propietario lo vendió antes de que estallara la II Guerra Mundial y volvió a comprarlo en 1950, aunque para volver a venderlo al cabo de cuatro años tan sólo. El Islander es un claro ejemplo de típico barco inglés de crucero de los Años Treinta, comparable a los más famosos diseños de Nicholson Flame y Patience o al Lexia de Shepherd. Sus dotes de crucero cómodo y fácil de manejar salieron a la luz con el cuarto propietario, el Sr. Tom Blackwell, heredero de una familia productora de famosas salsas de cocina. Entre 1968 y 1971 el Islander circumnavegó los mares ¡tres veces seguidas! con paradas para reparaciones y reaprovisionamiento. Durante el tercer viaje, Blackwell vendió el barco en África del Sur y cuando el nuevo propietario lo estaba llevando a Inglaterra para arreglarlo, unos problemas de tripulación lo retuvieron en las Islas Canarias, de donde el barco zarpó luego para Barcelona que desde entonces es su puerto base.
Flota
Queche Bermudiano
G.L. Watson
1.937
Dickie & Sons, Tarbert (Escocia)
14,00
4,30
2,30